viernes, 14 de marzo de 2008

Guinzburg

8 comentarios:

Daniel Paz dijo...

Jorge pertenece a una generación de humoristas anterior a la mía. Yo estaba en los primeros años del secundario y leía sus columnas en la revista Satiricón. Por entonces, aún no sabía si iba a ser humorista o qué, pero Guinzburg ya la tenía clara.

Lo conocí personalmente algunos años después en la redacción de la revista Humor. Nos fuimos a tomar un licuado de banana y charlamos las cosas del oficio. Tenía una risa contagiosa.

Mientras tomábamos el licuado, que en esa época lo servían en una generosa jarra de plástico de medio litro, me dijo que lo importante era no darse por vencido, que si el editor no te da bola hay que insistir y seguir dibujando y golpeando puertas hasta que alguna se abra. Fue un buen consejo.

Lo que siempre me resultó admirable es su velocidad mental para hacer la pregunta justa, o el comentario
perfecto en el momento preciso.

¿Que tendría el petiso, que todos lo quieren?
Así como hay gente que cultiva un humor "gillete" que se siente como un baldazo de agua fría en el bajo vientre, Jorge usaba la ironía, la picardía y el doble sentido de una manera cálida y querible. Logró un registro tan amplio que se ganó el cariño y respeto de todo el mundo. Eso tenía.

sisern dijo...

Jorge, asi como los musicos de Jazz que para poder improvisar una hora se la pasan estudiando todo el dia, tambien laburaba todo el dia, estudiando biografias, reportajes,declaraciones,etc. No se conformaba solo en su talento. Creo que ese es el ejemplo que tenemos que seguir todos, para recordarlo como se merece. Por suerte el logro un reconocimiento muy amplio y justo. Es insoportable el ninguneo al que fuera su compañero tantos años Carlos Abrevaya. Como humorista y como pensador de la sociedad.

Liat dijo...

Gracias Daniel por el dibujo, graficaste exactamente a Jorge como era, alegre,inteligente, solidario, serio y profundo,rápido en sus preguntas y respuestas.
sintetizando un "Humorista Genial"
Lo vamos a extrañar muchísimo!!

Liat

anais dijo...

R. I. P.

Un grande de no más de metro y medio...

Sí Señor!!!

PD: Buenísima la síntesis que hiciste en la ilustración. Es así, si e dicen "Guinzburg", inmediatamente uno imagina una sonrisa sincera, pero picarona y unos tupidos bigotes.

P.

Anónimo dijo...

Daniel, haz hecho un maravilloso homenaje al gran humorista que todos los argentinos hemos perdido!
Gracias!

Teresa

Anónimo dijo...

Que dificil de digerir. Tipos como Guinzburg o Fontanarrosa son irreemplazables. Uno siempre esperaba una sorpresa, algo nuevo de ellos.
Gracias por el dibujo, expresa lo que uno recibía de él.

malditas musas dijo...

Una noticia dura también de este lado del océano.

Un brindis virtual por las noticias rebeldes, por el humor inteligente.

Saludos, Daniel.

musa rella

Charo dijo...

el negro Fontanarrosa y el petiso Guinzburg son dos irreemplazables que se fueron casi juntos:el mundo va siendo cada dia menos amable , mas triste y menos inteligente...